Las condiciones físico espaciales y ambientales de una región le imprimen ciertas particularidades a sus procesos de poblamiento y urbanización, las cuales se articulan de diversas formas para la construcción de territorios a diferentes escalas. La conformación de rutas, los procesos de consolidación urbana, la transformación de los tejidos y espacios urbanos, la configuración histórica de la tenencia de la tierra, el conflicto y la reconfiguración del campo, la configuración de territorios y territorialidades étnicas y colectivas dejan a su paso conocimientos tradicionales, prácticas, representaciones, expresiones simbólicas y elementos físicos que sobreviven estos procesos históricos.
Algunos de estos elementos son reconocidos como patrimonio a partir de políticas de protección que los legitiman como dignos de conservar; otros elementos no “gozan” de este reconocimiento normativo, pero si de un reconocimiento social que les da sentido y sostenibilidad. El patrimonio entendido como categoría cultural no tiene existencia en sí mismo pues existe a partir del reconocimiento de quienes lo usan, es decir que tiene sentido en y desde la valoración social independientemente de su reconocimiento normativo.
En esta mesa proponemos construir un diálogo en torno a los procesos de construcción del territorio desde una perspectiva histórica y la discusión en torno a los elementos patrimoniales que sobreviven a estos procesos, reconocidos o no en un marco normativo; cómo la gestión cultural de dicho patrimonio, además de fortalecer su reconocimiento, apropiación e incorporación en la memoria colectiva, le convierte en sujeto de nuevas dinámicas asociadas al desarrollo del territorio.