Conocí personalmente a Talja durante mi estancia como investigadora invitada, con una beca de la Urban Studies Foundation, en el Georg-Simmel Center for Metropolitan Studies (GSZ), en el que ella es directora. Aprovecho esta experiencia para hacer, a continuación, un bosquejo de la trayectoria investigativa y de los trabajos de Talja, a partir de citas extraídas de una entrevista que le realicé este verano del 2022 en Berlín, entretejiéndolas, tanto con sus trabajos académicos como con mis impresiones. Un bosquejo que busca hacer un cuadro de su trayectoria de pensamiento y, de la académica, que ha inspirado a muchos estudiantes de doctorado e investigadores de estudios urbanos en diferentes rincones del mundo, como es mí caso.
Talja estudió sociología en la Universidad Erasmus de Rotterdam y en la Escuela de Investigación de Ciencias Sociales de Ámsterdam, donde se doctoró. Tras su doctorado, obtuvo una beca de la Real Academia de las Artes y las Ciencias de los Países Bajos, que le permitió trabajar como investigador visitante en la Universidad de Yale en Estados Unidos y en la de Manchester en el Reino Unido. Fue investigadora principal y directora de programa en el Instituto de Estudios Urbanos, de la Vivienda y de la Movilidad de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos) y profesora Gradus Hendriks de desarrollo comunitario en la Universidad Erasmus de Rotterdam. En la actualidad, es profesora de Sociología Urbana y Regional en la Universidad Humboldt de Berlín, presidente del Comité de Investigación RC21 Urban and Regional de la Asociación Internacional de Sociología. En Latinoamérica, ha trabajado en proyectos en colaboración con la Universidad de Sao Paulo en Brasil, y en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Así mismo, está fortaleciendo vínculos de colaboración con la Universidad de los Andes, Bogotá.
Fue discípula de Charles Tilly, sociólogo estadounidense, con quien estudio las desigualdades duraderas durante su estancia en la universidad de Columbia. La influencia de Tilly se ve reflejada en la mayoría de sus trabajos, principalmente en su aproximación relacional para entender las desigualdades urbanas. Un ejemplo de esta influencia se puede observar, por ejemplo, en su libro Creating the Unequal City (2016), editado con sus estudiantes. En este libro escribe, y aclara, que la desigualdad surge de “interacciones sociales asimétricas en las que las ventajas se acumulan en uno u otro lado fortificadas por la construcción de categorías sociales que justifican y sostienen la ventaja desigual.”[2]. Esta perspectiva relacional, que como he dicho recoge de Tilly, le permite ver cómo las personas hacen la ciudad y cómo la utilizan como un lugar de recursos.
“Más que establecer y decir que hay cosas que son desiguales en la ciudad, la perspectiva relacional me permite averiguar cómo se producen, cuáles son el mecanismo. Es decir, el “por qué es la pregunta que más me interesa”. Un porqué que trata de desentrañar en sus libros y artículos dedicados al análisis de la reproducción desigualdad urbana y sus mecanismos. En sus obras explica las prácticas y convivencias cotidianas de las personas en la ciudad, a partir de una mirada etnográfica y un análisis desde la teoría social, principalmente desde la sociología urbana. La exclusión y la cohesión social, “son un continuo, para mí son lo mismo, sólo que están cada una en un lado y me permiten ver cómo se reproduce la desigualdad a través de formas de capital. Esto es, cuál es el potencial del capital social y simbólico para superar las desigualdades, si es que lo hace”. La reflexión a lo largo de su carrera, sobre el capital social se observa en la forma como imagina la ciudad, pensándola desde la metáfora del tejido “la ciudad es un tejido que tejemos y trenzamos juntos”.
“Estas redes son los contactos que tenemos en nuestros teléfonos, gente de la que sabemos los nombres, gente con la que realmente conectamos, pero también gente que no son buenos amigos ni nada parecido. Son lazos que podemos dibujar con los que dibujamos las redes y trazamos líneas entre la gente. A la vez, que este tejido, también hay un tejido de amenazas, son telas que están tejidas una de la otra como patchwork”. Está idea de un urbanismo en red se puede ver en tanto en su primer libro, Urban Bonds (2003), como en el libro Social capital and networked urbanism coeditado con Mike Savage (2008). Además este pensamiento en red lo complejiza a través de conceptos estimulantes como lo son encuentros fluidos y familiaridad pública, que se pueden ver en sus últimos trabajos, como el libro Community as Urban Practice(2017). En este desarrolla la teoría de la comunidad como práctica urbana, a través de diversas formas de relaciones sociales, entre ellas los encuentros fluidos, inspirado en el libro To Dwell Among Friends: Personal networks in town and city de Claude Fisher.
Al tratar de explicarme los encuentros fluidos y la familiaridad pública, Talja me conto lo siguiente: “te voy a dar uno de mis ejemplos favoritos. Hay un consultorio médico para niños en Holanda, y hay dos mujeres. Una tiene un bebé que está llorando mucho, y la otra tiene gemelos. Ellas mientras esperan comienzan a conversar. Luego de pasado un rato, la madre del bebé le cuenta a la de los gemelos lo estresada que está cuidando a su padre porque tiene una larga enfermedad. La mujer de los gemelos, que es de una clase social muy diferente a la otra, le comenta que hay un programa específico en el que puede solicitar ayuda para que alguien le ayude con el cuidado en casa. Le explica que tiene que hablar con la asistente social de su programa de beneficios sociales sobre esta situación, porque tiene el derecho a que alguien vaya a su casa para ayudarte, ya que tiene un recién nacido y está cuidando a su padre enfermo. La mujer le responde que no lo sabía y que lo preguntará. Semanas más tarde, las mujeres se encuentran caminando por el barrio, la madre del bebé le dice “qué alegría verte. Siempre tuve la esperanza de volver a verte, quiero darte las gracias, conseguí a una persona que viene a casa y me ayuda con el cuidado. Nos va mucho mejor”.
Talja insiste en señalarme que la mujer no fue a la consulta del médico para pedir consejo sobre la situación de su padre, fue para que le hicieran una revisión a su bebé, pero salió con algo más que era muy útil para ella. “El punto aquí, es que podemos ver el funcionamiento del capital social fuera de las redes sociales”
Esos encuentros fluidos que se dieron entre estas mujeres, que son un tipo de interacciones no planificadas y que están fuera de las redes sociales duraderas hacen parte también de los mecanismos del capital social, que también requiere la familiaridad pública o escenarios similares. La familiaridad pública es un entorno relacional que hace que lo social sea claro, y puede hacernos sentir seguros. Este ejemplo que me da ejemplifica también su mirada aguda, de la realidad cotidiana, que se enriquece con su observación atenta de pintora. Esta forma de explicar con ejemplos y lenguaje sencillo la teoría se observa no solo en sus conversaciones cotidianas, sino en sus artículos[3] y libros.
Talja cuestiona el mundo social que se produce y reproduce y se muestra autoevidente, lo que Bourdieu llama “doxa”. Construye nuevos conceptos o los reformula, como por ejemplo comunidad, sentido de pertenencia y de seguridad, vida pública, segregación social, sentido de inseguridad, etc. De la mano de una serie de conexiones conceptuales que permiten explicar el tejido urbano no solo a través de redes sociales, movimientos sociales, instituciones, si no también, como un tejido de encuentros fluidos entre personas desconocidas.
Al terminar este texto, me despido de la mesera en la cafetería en la que estaba escribiendo. Ella me comenta la situación de inseguridad en el barrio, que le habían robado en la cafetería y que, en consecuencia, las rejas de la cafetería están siempre cerradas y toca llamar al timbre. Al finalizar, me dice, “no hay que confiar en nadie”. Al escucharla, resuenan en mi cabeza las palabras de Talja sobre su último interés, la confianza urbana y el cómo se construye entre los ciudadanos para el establecimiento de lo público y de lo institucional. Me dio varios ejemplos de cómo el miedo y la confianza estaban relacionadas, se pregunta cómo los individuos pueden mantener la confianza en situaciones como la violencia o las guerras. Un proyecto que tiene en mente para su próximo libro. Explicaciones y pregunta claves, desde mi punto de vista, para aproximarnos a una ciudad tan privatizada, desigual e insegura como es Bogotá.
[2] Página 5 en: Blokland, T., Giustozzi, C., Krüger, D. & Schilling, H. (Eds.) (2016) Creating the Unequal City: The exclusionary consequences of everyday routines in Berlin. Farnham: Ashgate.
[3] Entre sus últimos artículos se encuentran: Blokland, Talja; Serbedzija, Vojin (2020) Feeling safe, defining crime and urban youth in Berlin’s inner city: An exploration of the construction of ‘unsafety’ and ‘youth’ as symbolic violence. In: Smagacz-Poziemska M. et al. (Eds.) Inequality and Uncertainty. Singapore: Palgrave, 161-183. Blokland, Talja (2019) They got a project mentality: Theorizing neighborhood dis-identification and the paradox of belonging through the lens of “the Ghetto”. In: DIE ERDE 150(2): 101-112. Blokland, Talja (2019) We live like prisoners in a camp: Surveillance, governance and agency in a US housing project. In: Flint, J. & R. Powell (eds.) Class, Ethnicity and State in the Polarized Metropolis. Cham: Palgrave, 53-79. Blokland T.; Juhnke, Sebastian (2019) Between ‘creative’ boost and political dysfunction: An exploration of class, culture and economic dislocation in East Berlin. In: Journal of Urban Cultural Studies 6(2): 241-264.