Un evento de esta naturaleza es asumido como un proyecto de gestión del conocimiento y de aprendizaje colaborativo. Su principal valor agregado está en las experiencias, en el intercambio de conocimientos, en la generación de nuevo conocimiento y en el fortalecimiento de las redes académicas.
Los formatos convencionales en este tipo de eventos permiten una muy reducida interacción entre los asistentes y limitan los espacios en los que se desarrollan las conversaciones generadoras de nuevas ideas. El valor agregado de asistir al evento no está tanto en las presentaciones mismas, las cuales, con los medios tecnológicos actuales, podrían distribuirse electrónicamente. Es por ello que se propone abordar todo el proyecto desde una óptica que potencie las interacciones, las conversaciones, la creatividad y que, a la vez, se apoye en los mismos participantes para potenciar la difusión y el impacto de lo que el evento mismo genere a lo largo de su desarrollo.
El encuentro contará con tres tipos de espacios: